Manu Galán

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¿Dónde se busca la felicidad perdida?

Anónimo, que es tan bueno haciendo frases como tímido y escurridizo, dijo:

Dejemos de buscar la felicidad en el lugar donde la perdimos.


Pero, como muchas cosas en la vida, esta frase tiene un matiz.

Si por ejemplo: sientes que tus padres o hermanos te hicieron infeliz.

A lo que se refiere la frase, es que no te des de cabezazos contra la situación que te hizo el daño.

Buscando el amor perdido, ese que sientes que no te dieron, en el mismo sitio donde se perdió.

Te lo aterrizo.

Imagina que:

Tu madre era muy exigente y nunca estaba satisfecha.

Sentías que nunca eras lo suficiente para que desbloqueara su “modo amor”.

Para cuando pasas la adolescencia, ya has derribado muchos puentes.

Pero sigues necesitando ese abrazo.

Quieres que sea sincero y acompañado de arrepentimiento.

Pese a que no ha cambiado nada, vas “a por lo tuyo”.

A por esa felicidad perdida en forma de amor… y no sucede.

Porque nada ha cambiado.

Te quedas… como un burro amarrado en la puerta del baile.

Un Inciso con un par de frases de Einstein.

Que sacaba la lengua en las fotos y la chorra en las citas.

El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar.

O su versión simplificada:

No podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos.

A ver, en ocasiones sí es cierto que hemos creado el problema, pero en otras, esto en lugar de crear responsabilidad, crea culpa, falsa y fea culpa.

Dar consejos sin entender la historia y el sistema de relaciones de la persona, no funciona.

Por eso tenemos una industria de libros de autoayuda que no termina de dar soluciones a problemas, al no entender las circunstancias particulares de cada persona.

Falta contexto.

Van a dar recetas tipo ”café para todos”, más que a generar consciencia.

Voy a reescribirla así:

No podemos resolver un problema con el mismo nivel de pensamiento que usamos cuando nos enfrentamos a él por primera vez.

Antes de comentarlas, vamos con la segunda frase del viejo Albert.

Una locura es hacer la misma cosa una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.


Lo que viene a decir las 2 juntas es que:

Hay que hacer cosas distintas para que pasen cosas distintas.

Y cuando haces cosas (distintas) pasan cosas (distintas).

Y al ver la primera frase: Dejemos de buscar la felicidad en el lugar donde la perdimos.

Se puede decir que:

Dejemos de buscar la felicidad, de la misma forma en que la perdimos.


Que no luce tanto, pero te va a dar más sentido.

  • Porque ir a reclamar el abrazo y arrepentimiento de esa madre, que piensa que lo hizo perfecto, como que no…

  • Porque ir a que te reconozcan tus hermanos, cuando piensan que siempre eras el centro de atención, como que no…

  • Porque ir a que te valide tu padre, cuando en su mente eso te hace débil, como que no…



— Bueno Manu, ¿y qué es un “como que si”?

Pues dependiendo de tus circunstancias (que vengo a que generes consciencia y no a que hagas lo que se te dice):

  • Podrías entender si esa madre recibió de tu abuela abrazos o solo exigencia.

    Bajar las defensas y entender que lo mismo tú puedes dar el abrazo sin cuestionarla.

    Que se encuentren vuestras dos niñas heridas para quererse, no para reclamarse.

  • Podrías ver dónde se rompió la magia con tus hermanos.

    En qué lugar cada uno ha visto su dolor como más grande (pese a que no te lo parezca).

    Dejar de escalar la guerra y reconocerles que son importantes para ti.

  • Podrías decir a tu padre, que llegaste a la madurez, gracias a él.

    Que te haces cargo de tus cosas y ya sabes (sin que te lo diga nadie) que vales.

    Ves que lo hizo lo mejor que supo y pudo, y puedes hacer que se relaje.



Y obviamente hay casos y casos.

Desde la negligencia al abuso.

No pretendo que quieras a quienes consideras nocivos.

Tan solo va, de que mires con otros ojos, hasta dónde podían llegar en su entrega y que dejes de buscar desde la persona que perdió el amor.

Incluso si, tuvieran algún trastorno, con más razón tienes que limpiar las gafas del juicio.

Si quieres generar consciencia, que tengan en cuenta tu contexto y sistema particular…

Vamos, que quieres buscar de una forma diferente…

…Pues me contestas y lo vemos juntos para ello:

te suscribes en el cajetín al final del artículo (por política de privacidad y hacer filtro).

me contestas a cualquiera de los emails que te mande.

Que siempre puedes amarrar el burro (a un libro de auto-ayuda) en la puerta del baile. 


Un abrazo,

Manu

PD 1: Ahora necesito amor,

      Es mi única ambición;

DP 2: Todo eructa fábulas que se precie, ha puesto el ejemplo de Nasrudín:

Que buscaba afanosamente sus llaves bajo el farol.
Acudieron a ayudarle varias personas, y tras un buen rato preguntaron:
— ¿Dónde perdiste las llaves Nasrudín?
— En mi casa.
— Entonces, ¿por qué las buscamos aquí?
— Es que allí no hay tanta luz.
La moraleja habla de la comodidad de buscar dónde es más fácil.

Para este caso, es que enciendas la luz de la consciencia en tu familia de origen.

Te suscribes y me cuentas.

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